Si tus correos están cayendo en la carpeta de spam en Microsoft 365, aquí tienes algunos pasos que puedes seguir para solucionar el problema:
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Verifica la configuración de tu dominio:
- Asegúrate de que tu dominio esté correctamente autenticado con SPF, DKIM y DMARC. Estos protocolos ayudan a verificar que los correos provienen de una fuente legítima.
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Revisa el contenido de tus correos:
- Evita el uso de palabras que suelen ser marcadas como spam, como “gratis”, “oferta”, “promoción”, etc.
- No utilices demasiadas imágenes o enlaces, y asegúrate de que el texto sea claro y relevante.
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Mantén una lista de contactos limpia:
- No compres listas de correos y asegúrate de que tus destinatarios hayan optado por recibir tus correos.
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Pide a tus contactos que te agreguen a su lista de remitentes seguros:
- Esto puede ayudar a que tus correos lleguen a la bandeja de entrada en lugar de la carpeta de spam.
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Monitorea y ajusta tus envíos:
- Utiliza herramientas de monitoreo para revisar la tasa de entrega y ajusta tus prácticas de envío según sea necesario.